¿Alguna vez se ha encontrado con gente que tiene desviada la cabeza hacia algún lado de manera permanente e involuntaria? Como si estuviera girando la cabeza en dirección izquierda o derecha y no puede controlar su movimiento. ¿Qué me dice de gente que parpadea mucho o le cuesta trabajo abrir los ojos y no controla sus párpados? ¿O personas a las que se les contrae una mitad de la cara sin razón alguna y no lo pueden detener?. A muchos de esos pacientes les han dicho que tienen un tic, les han dado de tratamiento alguna benzodiacepina como RIvotril, Tafil o Lexotan pero aún así siguen presentando ese movimiento anormal y los pacientes terminan por acostumbrarse a su movimiento o postura anormal y ya no buscan ayuda médica. La razón de que el tratamiento no les funcione es porque, para empezar, NO tienen un tic y el tratamiento adecuado no es lo que les han dado.
A todos aquellos que contestaron que si conocen a gente con algo similar a lo descrito anteriormente o que ustedes mismos lo padecen, comienzo por explicarles que NO se trata de un tic, por definición un tic es una conducta, movimiento o sonido completamente voluntario que emite o realiza una persona para relajar sensaciones de estrés o ansiedad y que si no los realiza aumenta su ansiedad. Por citar un ejemplo, Adal Ramones, aquél conductor del programa “Otro Rollo” que fue tan popular hace unos años, tenía el tic de tocarse el hombro derecho con la mano izquierda, como si se empujara el hombro, incluso cada que hacía este movimiento le hacían mofa y lo interrumpían “Los Mercury” con su mini show de malabarismos. Eso es un tic un movimiento voluntario. Los movimientos que describí en el primer párrafo tienen la característica de que son complemente involuntarios, la persona no tiene control sobre ellos.
Los movimientos y/o posturas anormales de cabeza y/o cuello por alguna contracción involuntaria de los músculos de esa región se llaman Distonía cervical (no es un tic) y es una enfermedad idiopática, es decir no sabemos la causa y generalmente no hay ninguna lesión demostrable en el cerebro. Éstas son enfermedades raras y que no responden al tratamiento médico con pastillas pero si responden de manera muy importante a las inyecciones de Toxina Botulínica (Botox) en los músculos que se encuentren distónicos y causen la postura y /o movimiento anormal, además de manera general, las distonías generan dolor y las inyecciones con Botox también alivian el dolor. También de manera característica estos pacientes tienen algún “truco” para corregir la postura de su cabeza, como simplemente tocarse el mentón o el cachete.
Aquellos pacientes que mencionamos que parpadeaban mucho o no podían abrir los ojos… tampoco es un tic, se llama blefaroespasmo y también es un movimiento involuntario. Ésta es una enfermedad que parece tener un contexto genético y donde tampoco hay lesión demostrable en el cerebro, el tratamiento de elección para estos pacientes también es aplicar toxina botulínica alrededor del músculo orbicular de los párpados, que es el que se encarga de cerrar los ojos y con eso lograr que los movimientos involuntarios se reduzcan al máximo. El blefaroespasmo puede ser tan severo que los pacientes no puedan abrir los ojos y le produzca ceguera funcional, es decir, no puedan ver solo por el hecho de no poder abrir los ojos, el tratamiento con Botox, resuelve esa ceguera funcional de manera importante.
El último caso que mencionábamos de la contracción de un lado de la cara de manera involuntaria… Así es, adivinó, tampoco se trata de un tic. Se llama espasmo hemifacial y el tratamiento también es con toxina botulínica (Botox).
En fin, hay muchos casos en donde a algún movimiento anormal se le da el diagnóstico de tic sin ser correcto.
Si usted o alguien a quien conozca tiene algún movimiento anormal acuda al neurólogo, esa es la especialidad que se encarga de ver todo tipo de movimientos anormales y su neurólogo le podrá dar un diagnóstico correcto y por lo tanto un tratamiento adecuado para su padecimiento.
Si te interesa una consulta puedes escribirme a manuel@neurogc.com o comunicarte al (55) 2625-4046 para agendar una cita.
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